Hoy voy a llevaros a un lugar exótico en forma de isla llamada Tórtola. Realmente es una isla que merece la pena conocer. Así que no dejéis pasar la oportunidad de visitarla. La forma en la que nosotros llegamos hasta Tórtola fue por mar.
Para los que me leen con frecuencia saben de mis gustos viajeros, entre los que, por supuesto, están viajar en barco. Y así fue conocimos este bello rinconcito, surcando los mares caribeños a bordo de uno de los barcos de la flota de la compañía Costa Cruceros: barco Costa Mágica, nombre del crucero “Perlas del Caribe”, enero del año 2014.
Ahora, para las personas que quieran viajar a esta isla por aire (avión) les informo que disponen de varias compañías aéreas que hacen vuelos, bien directos o con escalas.
Diversa información acerca de la isla Tórtola.
Tórtola pertenece al archipiélago de las Islas Vírgenes Británicas (Bristish Virgin Islands). La ciudad principal de esta isla es Road Town, que además es la capital de las Islas Vírgenes Británicas. Forman un conjunto de treinta y seis islas en las Antillas Menores. De ellas solamente dieciséis están pobladas.
Las Islas Vírgenes Británicas -aunque geográfica y/o físicamente están en el continente americano- forman parte del territorio de ultramar de la Corona Británica. Sin embargo, estas colonias (formadas por catorce territorios) no integran al Reino Unido. Porque algunas de ellas no se independizaron, y otras, mediante votación, quisieron seguir siendo Territorio Británico.
Matizando: la isla Tórtola es del país del Reino Unido.
Pequeña y montañosa, Tórtola debe su formación a su alta actividad volcánica. El hecho de estar ubicada en las inmediaciones de una falla provoca que constantemente haya movimientos sísmicos (terremotos).
Anécdota: aunque no puedo asegurar haber experimentado un terremoto, sí es cierto que mientras caminábamos por esta isla, y por las restantes del crucero, a veces notábamos “que la tierra se movía”. Es más, escuchando las noticias, nos enteramos que la zona había sido azotada por terremotos. Pero claro, allí es algo normal.
Aun con la posibilidad de haber estado en Tórtola, justo en momentos de haberse producido movimientos sísmicos -con los pies en tierra, y nunca mejor dicho- tenemos serias dudas al respecto de la experiencia. Finalmente llegamos a la conclusión de que lo que sucedió fue que habíamos sufríamos algo conocido como “el mal del marinero o viajero, o el mal del mar”. Y es que cuando viajas por el mar -al menos las primeras veces- al bajar a tierra firme se tiene una extraña sensación y parece que la tierra se mueve.
La sensación la suele provocar la falta de costumbre. Una vez que el cuerpo se acostumbra a navegar, desaparece.
De todas las islas, Tórtola es la más famosa y visitada, la más grande y la más habitada.
Ampliación de estos tres datos:
-Los lugareños de Tórtola piensan que la isla fue bautizada por el navegante genovés Cristóbal Colón con el nombre de Turtle Dove (Tierra de Tortugas) pues fue él quien las descubriría en su segundo viaje en 1493.
En el siglo XVII las colonizaron los holandeses y más tarde los ingleses.
-Dimensiones: 5 kilómetros de ancho por 19 de largo. Superficie total: 55,7 kilómetros cuadrados.
-El punto más alto es Sage Mountain (Montaña Sage con 530 metros de altitud).
-Su población es de algo más de 23.000 habitantes.
Respecto a otros datos, como por ejemplo, documentación válida para viajar hasta la isla, idioma o moneda.
En este tipo de viaje (crucero) siempre precisas llevar el pasaporte. Aun siendo Territorio Británico la moneda oficial no es la libra esterlina sino el dólar estadounidense.
La lengua oficial es el inglés. También hablan un idioma, mezcla del criollo y del inglés. El castellano (o español) es otro de los idiomas que dominan muchos de sus habitantes debido a la proximidad de Puerto Rico (isla perteneciente a E.E.U.U.) y a otras islas y/o países donde se habla el español (Cuba, República Dominicana, etc).
Una de piratas. Excursión alrededor de la isla Tórtola.
Anclados en el puerto en forma de herradura de Road Harboud en Road Town bajamos en hora matinal a la aventura puesto que no habíamos planificado nada con anterioridad. Sin embargo tuvimos muchísima suerte por dos razones: primero porque nada más bajar, y en la misma zona portuaria, contratamos un ruta turística con personal dedicado al sector. E ipso facto inició la que sería, en su mayor parte, una bonita excursión panorámica, con paradas en puntos interesantes de Tórtola. De segundas: en este crucero (que fue el segundo que hicimos mi marido Carlos y yo) y desde el principio, conocimos a un par de matrimonios, que como nosotros, hacían un viaje idílico y romántico en pareja.
Con Bárbara, Juanma, Mónica y Giovanni compartimos alegrías, momentos divertidos y felices. Todavía mantenemos el contacto de un gran amistad, que espero de todo corazón, perdure en el tiempo de forma eterna.
Antes de detallaros el recorrido que hicimos por la isla en una camioneta abierta, acompañados del conductor, un guía que hablaba en inglés y el resto de pasajeros (seríamos unas quince personas) deciros que:
-Este tipo de excursión dura cuatro o cinco horas. Dato a tener en cuenta sin viajáis en crucero. Así que antes de salir debéis especificar el regreso (como muy tarde tenéis que estar de nuevo en el barco treinta minutos antes de la hora de zarpar).
-Es segura. Eso sí: el continuo traqueteo puede machacar las lumbares y resultar incómoda, en algunos tramos.
-El precio podría oscilar entre los 20 y 30 euros.
Y ahora sí que sí, vamos allá.
Ya en la camioneta, luego de haberme hecho, como no, una foto junto al letrero que da la bienvenida a las Islas Vírgenes Británicas en cuatro idiomas (en el falta el saludo en español) pasamos por las calles de la ciudad de Road Town, y por su cementerio, hacia Lower Estate Sugar Works Museum, que iba a ser nuestra primera parada.
El museo está en el interior de una pequeña casa (o casitas adosadas) de color blanco y exhibe la historia del archipiélago y pretende dar a conocer cómo vivían las gentes en las pasadas generaciones. Posee un montón de objetos, como por ejemplo, una antiquísima máquina de escribir, cestas de mimbre… Y muchos cuadros. Algunos cuelgan de las paredes y otros están puestos sobre mesas de madera.
El museo está en una finca que construyeron los esclavos de Mc Clevery.
En 1900 el Gobierno compraría el terreno y se comenzó a producir azúcar, cesando la producción en la década de los años cuarenta.
Frente al museo hay una escuela primaria.
Finalizada la visita retornamos al transporte. Más adelante haríamos varias paradas en miradores donde pudimos maravillarnos con unas espectaculares vistas de muchas de las islas que rodean a Tórtola. También vimos varias playas cubiertas con arena blanquita.
El guía nos informó que desde Tórtola salían excursiones en barco hacia algunas de aquellas islas, y que una de las más demandadas era la isla Gorda (llamada así, porque cuando Cristóbal Colón la vio, desde la lejanía, tuvo la sensación de estar viendo la silueta tumbada de una mujer gorda).
Desde varios de aquellos miradores puede contemplarse el puerto de Road Town. Y en uno de ellos, destacaba por encima de todas las cosas nuestro barco.
Y entre mirador y mirador -en un mural que hay a un lado de la carretera- pudimos ver unas singulares pinturas que representan el tipo de vida de los nativos.
Avanzando, entre parada y parada en las que veíamos islas repletas de vegetación y otras chiquititas deshabitadas, llegamos a la altura de un letrero que invita a visitar El Parque Nacional de Sage Mountain.
Deciros que en ese lugar se pueden hacer excursiones de senderismo.
La última parada nos llevaría hasta la antigua destilería de ron llamada Callwood Rum Distillery. Sita en la bahía de Cane Garden, en esta destilería se fabrica la que fuera la bebida favorita de los piratas: el ron.
A los que le guste el ron informales que en Callwood Rum Distillery pueden adquirirlo en botella. De aquellas la botella costaba 10 euros.
Tras visitar la destilería nos dejaron bastante tiempo libre, algo más de una hora, y fuimos a la bonita playa Cane Garden Bay. Allí nos relajamos, tomamos el sol, caminamos por la arena y nos bañamos en el mar.
Regresamos al puerto contentos.
Verdaderamente no teníamos demasiado tiempo; pero supimos aprovecharlo muy bien.
Espero haya más oportunidades para poder descubrir, más y mejor, esta bella isla.
Road Town.
Aunque nosotros no visitamos la capital (solo pasamos de largo por carretera) puedes animarte y dar un paseíto por sus calles.
Actividades relacionadas con el mar.
Entre las actividades o deportes acuáticos que puedes practicar en la isla Tórtola están: buceo, esquí acuático, natación, snorkel, surf o windsurf.
Más información y turismo por la isla Tórtola.
Para acceder a la información recomiendo visitar la web oficial de las Islas Vírgenes Británicas.
Por Carolina Olivares Rodríguez.
La entrada Islas Vírgenes Británicas. Primera parte: La isla Tórtola. se publicó primero en Viajes 24 horas.
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